La diabetes mellitus tipo 2 es un trastorno crónico causado por un problema con la forma en que el cuerpo regula y usa el azúcar como fuente de energía. El trastorno puede afectar muchos órganos importantes, incluyendo el corazón, los vasos sanguíneos, los nervios, los ojos y los riñones. 

Las tasas de diabetes han aumentado en la población general de Estados Unidos desde el inicio de la pandemia del covid-19, y según Shauna Stahlman, una epidemióloga de la división de vigilancia médica de las fuerzas armadas, las fuerzas militares de EE.UU. no son la excepción. 

Stahlman y otros investigadores del sistema médico militar monitorearon un incremento de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) en los miembros de servicio activo desde 2018 a 2021, junto con aumentos repentinos de las tasas de obesidad durante esos mismos años. Un diagnóstico puede limitar la capacidad de las tropas para realizar ciertos deberes y es un factor descalificante si quieres unirte a las fuerzas armadas. Consecuentemente, los aumentos de la DM2 en personas jóvenes en EE.UU. están reduciendo el número de reclutas potenciales de las fuerzas armadas. 

“Los miembros de las fuerzas armadas son casos especiales porque participan en despliegues militares en entornos difíciles que requieren altos rendimientos físicos”, dijo Stahlman. “Tener un trastorno crónico tal como la diabetes podría evitar que los miembros de las fuerzas armadas tengan un rendimiento óptimo y podría ponerlos, a ellos y a sus misiones, en riesgo”. 

El sistema médico militar publicó un estudio en 2023 que encontró aumentos, en los últimos años, de obesidad, prediabetes y diabetes mellitus tipo 2. En 2018, aproximadamente 56 de cada 100,000 miembros de las fuerzas armadas tenían diabetes mellitus tipo 2. En 2021, ese número aumentó a casi 70 de cada 100,000 miembros de las fuerzas armadas. 

Las tasas de diagnóstico han seguido aumentando en años subsiguientes. Datos de 2022 y datos preliminares de 2023 indican que los casos de diabetes en los miembros de servicio activo “siguen siendo elevados”, dijo Stahlman. 

“No hay ninguna indicación de que la predominancia de la diabetes esté reduciéndose”, dijo. 

Las tasas de diagnóstico subieron aproximadamente un 48% para miembros hispanos de las fuerzas armadas desde 2018 hasta 2021, el segmento demográfico con el mayor aumento. De toda la población de EE.UU., los hispanos tienen mayores tasas de diabetes para niños y adultos y tienen el mayor riesgo durante sus vidas de tener diabetes mellitus tipo 2, según una investigación publicada en Diabetes Metabolism Research and Reviews [Investigaciones y evaluaciones metabólicas de la diabetes]. 

“Las tendencias demográficas en las fuerzas armadas son muy similares a las observadas en la población de EE.UU.”, dijo Stahlman. “Aunque los miembros de las fuerzas armadas generalmente son más saludables debido a la naturaleza de su trabajo y a sus requerimientos de aptitud física, ellos no están completamente aislados y tendemos a ver los mismos tipos de patrones en ellos que los que observamos en la población general”. 

Las investigaciones indican que los incrementos de las tasas de diagnósticos fueron ligeramente mayores en las fuerzas armadas para las mujeres que para los hombres, con un aumento del 26% en las tasas de hombres desde 2018 a 2021 y un incremento del 27% en las de las mujeres. 

Los hombres y mujeres de servicio activo tuvieron aumentos similares de prediabetes durante esos años, ambos experimentando un aumento de las tasas del 29%. La prediabetes se manifiesta como niveles altos de azúcar en la sangre, pero no lo suficientemente altos para que se consideren diabetes mellitus tipo 2. Sin cambios del estilo de vida, las personas con prediabetes tienen un riesgo alto de desarrollar diabetes. 

El sistema médico militar descubrió que los miembros de la fuerza naval de EE.UU. experimentaron los mayores aumentos de diagnósticos de diabetes desde 2018 a 2021, en comparación con miembros de otras ramas de las fuerzas armadas. La fuerza aérea experimentó el segundo mayor incremento, seguida por el ejército, y finalmente, por los infantes de marina. Los investigadores atribuyeron la variación de los aumentos de las tasas a las diferencias de los entornos en los que se encuentran las tropas. 

La investigación indica que “los marineros que viajan en buques y submarinos enfrentan entornos altamente restringidos con opciones alimentarias limitadas, así como tiempo y espacio restringido para entrenamiento físico”. 

Los aumentos repentinos de los diagnósticos de diabetes y prediabetes en 2020 y 2021, fueron posiblemente el resultado de un aumento sustancial de las tasas de obesidad durante una época en la cual los miembros de las fuerzas armadas fueron más sedentarios y experimentaron periodos prolongados de cuarentena. Y la obesidad incrementa el riesgo de diabetes. 

Los investigadores evaluaron datos de los miembros de las fuerzas armadas que realizaron una evaluación médica periódica, una prueba que evalúa la disposición médica de las tropas. En 2018, el 16.1% de los miembros de las fuerzas armadas que se sometieron a la evaluación vivían con obesidad. Esa tasa subió al 18.8% en 2021. 

El incremento en obesidad fue mayor para las mujeres, quienes experimentaron un aumento del 29% en comparación con el 15% para los hombres. Los trabajadores médicos de las fuerzas armadas experimentaron el mayor aumento de obesidad desde 2018 hasta 2021, en comparación con las demás ocupaciones laborales de las fuerzas armadas. 

Al inicio de la pandemia del covid-19, los gimnasios cerraron y personas de todo el mundo tuvieron más estrés y no pudieron seguir con sus rutinas normales. Estos cambios drásticos causaron un aumento de los factores de riesgo de trastornos crónicos que incluyen la diabetes, dijo Stahlman. 

La diabetes y el servicio militar 

Aunque un diagnóstico de diabetes puede descalificar a alguien que desea unirse a las fuerzas armadas, las tropas que reciben esos diagnósticos mientras se encuentran en servicio activo frecuentemente continúan trabajando en las fuerzas armadas. Sin embargo, dependiendo de sus trabajos, sus responsabilidades podrían restringirse. 

Cuando los miembros de las fuerzas armadas reciben diagnósticos de diabetes, deben someterse a una examinación de una junta de evaluación médica, la cual determina si cumplen con los estándares médicos para seguir en sus cargos. Tener que usar insulina terapéuticamente es una razón por la cual tropas con diabetes podrían no poder participar en despliegues militares en ciertos lugares donde no hay acceso a atención médica o la capacidad de mantener la insulina a una temperatura apropiada. 

“Tener un trastorno como la diabetes no evita necesariamente que una persona siga trabajando en las fuerzas armadas. Hay factores que afectan la decisión”, dijo Stahlman. “Los evaluadores médicos deben considerar cosas tales como la gravedad de su condición, sus responsabilidades y los servicios médicos disponibles cuando deciden si un miembro de las fuerzas armadas con diabetes puede participar en despliegues militares”. 

Para contrarrestar las tasas cada vez mayores de diabetes mellitus tipo 2 en las tropas, las fuerzas armadas se están enfocando en medidas médicas que se basan en los estilos de vida y en el desempeño, lo cual se centra más en evitar la diabetes, en vez de solo tratar el trastorno de miembros de las fuerzas armadas que ya recibieron un diagnóstico, dijo Stahlman. El concepto pone énfasis en la importancia de la nutrición, de la actividad física, del sueño, del control del estrés y de establecer más conexiones sociales. Y un número cada vez mayor de clínicas militares están implementando esta estrategia. 

“Creo en la necesidad de estas estrategias para abordar la raíz del problema”, dijo Stahlman. “La popularidad cada vez mayor de medicina que se enfoque en el estilo de vida es algo bueno y el énfasis debería seguir siendo mejorar el bienestar y la disposición general de nuestros miembros de las fuerzas armadas”. 

Este recurso educativo se preparó con el apoyo de AstraZeneca.