La cultura militar no siempre hace que cuidarse sea fácil, dijo Pamela Price, quien trabajó en el ejército de EE.UU. durante 10 años como médica y enfermera. Las mujeres militares frecuentemente dan preferencia a sus deberes por sobre su salud y bienestar, un tipo de negligencia que puede causar consecuencias graves.
“Estas contractualmente vinculada a tu rama militar y las mujeres militares le dan prioridad [a ese compromiso]”, dijo la Sra. Price. “Al hacer eso, tiendes a descuidar tu propia salud hasta que sucede algo muy malo que no puedes ignorar”.
Ignorar la salud vaginal, por ejemplo, puede resultar en candidiasis, infecciones urinarias y vaginosis bacterianas, dijo la Sra. Price.
Después de salir del ejército, la Sra. Price empezó su carrera en la salud pública, un ámbito en el que trabajó por más de dos décadas. Actualmente es la directora adjunta de The Balm in Gilead, una organización sin fines de lucro que trata de eliminar las desigualdades médicas entre las comunidades negras en Estados Unidos y en el este de África.
La Sra. Price enfocó mucho de su trabajo en los últimos 20 años en la salud de la mujer. Ella cree que todas las mujeres deberían estar facultadas para dar prioridad a su salud y a la vida militar y que este mensaje debería provenir del ejército.
“La cultura del ejército no siempre hace que las mujeres sientan que tienen un espacio para cuidarse”, dijo la Sra. Price. “Creo que las mujeres deberían poder dar prioridad a su salud, sabiendo que eso les ayudará a ser mejores militares, manteniéndose en forma y listas para cumplir con sus deberes”.
La preparación es clave para mantener una buena higiene femenina
Incluso para los entornos laborales más duros, incluyendo días de patrullaje largos o períodos extendidos en el campo, las mujeres militares pueden prepararse para mantenerse limpias incluyendo los suplementos correctos en su equipaje, dijo la Sra. Price.
En el ejército, se les enseña a los soldados a mantener una “maleta portátil” llena de ropa y suministros por si se les llama a brindar respuestas en situaciones de emergencia. Las mujeres militares deberían expandir esa idea y mantener un kit separado para su higiene personal, dijo la Sra. Price. Sugirió que las mujeres militares mantengan en dichos kits paños húmedos, paños con alcohol, bastoncillos de algodón y sus productos favoritos de higiene femenina.
La Sra. Price emitió advertencias en contra de algunos productos vaginales, incluyendo los lavados, los paños con perfumes y los tampones y toallas higiénicas con esencias. Estos productos pueden actuar como irritantes y cambian el balance de las bacterias vaginales. Un desequilibrio de las bacterias vaginales causa secreciones, comezón y dolor y esto puede provocar problemas más importantes, tales como varios tipos de vaginitis.
Las mujeres militares no deberían hacer lavados, dijo la Sra. Price. Con los lavados, las mujeres insertan una solución en la vagina para enjuagarla. Para limpiar la vagina, las mujeres que usan lavados de hecho están sacando con enjuagues bacterias beneficiosas.
La vagina es un órgano que se limpia a sí mismo y los lavados son innecesarios. En algunos casos extremos, los lavados pueden causar enfermedades pélvicas inflamatorias, un tipo de infección de los órganos reproductivos, y pueden provocar cáncer cervical.
“Recomendaría tener paños sin esencia para hacer una limpieza superficial real de las áreas vitales hasta poder bañarse adecuadamente”, dijo la Sra. Price.
Cuando y donde sea posible, la Sra. Price recomendó bañarse todos los días para que la piel se libre de gérmenes y el riesgo de infecciones vaginales se reduzca. Sin embargo, ella admite que ducharse diariamente no siempre es una posibilidad para las mujeres militares que están cumpliendo su deber.
Las mujeres militares pueden usar paños sin esencias como una medida temporal y deberían usar paños con alcohol para limpiar sus manos, dijo la Sra. Price. Los paños con alcohol deberían usarse para hacer limpieza debajo de los lechos ungueales, que pueden albergar bacterias dañinas.
Además de traer paños sin esencias, la Sra. Price sugirió que las mujeres militares se preparen para períodos largos de tiempo sin duchas empacando tantos pares de ropa interior como sea posible, así como elementos extra de prendas interiores, tales como camisetas para usarse debajo de sus uniformes.
En los frentes de batalla, donde los servicios de lavandería y lavabos no están disponibles, las mujeres militares podrían lavar su ropa interior en los remolques de agua grandes en la base, conocidos para los miembros del ejército como búfalos de agua. Sin embargo, lo primero que se debe hacer, recomendó la Sra. Price, es traer suficiente ropa interior limpia para usarse entre los lavados reales.
Cómo lidiar con tu período menstrual mientras cumples con tu deber
Para las mujeres militares que están teniendo su periodo menstrual, disponer del tiempo y de la capacidad de cambiar los productos de higiene femenina puede ser difícil, dijo la Sra. Price.
En muchos casos, las mujeres militares con tareas de patrullaje saben durante cuánto tiempo estarán en esa tarea, así que la Sra. Price sugirió que las mujeres militares se preparen manteniendo el número correcto de productos en su uniforme cuando empiecen sus turnos. Tener las manos limpias mientras se cambia un tampón o una toalla higiénica también es clave para no introducir nuevas bacterias. La Sra. Price recomendó nuevamente paños con alcohol para mantener las manos y los lechos ungueales limpios.
Cuando le preguntaron si las mujeres militares deberían considerar suprimir sus períodos menstruales con un dispositivo intrauterino (DIU) para evitar el problema del todo, la Sra. Price dijo que esto debería considerarse para cada caso en forma individual. Existen muchos factores, incluyendo la edad, las metas de tener hijos y los deberes militares de cada mujer.
Para mujeres que participan en combate o que se encuentran en áreas que no tienen muchos recursos, eso debería considerarse, dijo.
“Sería una cosa menos de la que tendrías que preocuparte”, dijo la Sra. Price. “Con suerte, cada mujer y su doctor de cabecera, podrán evaluar todas las opciones”.
Seguir las prácticas apropiadas de higiene femenina es algo clave para la salud física mientras se está cumpliendo con el deber y también es importante para el bienestar mental, dijo la Sra. Price. Las mujeres militares podrían sentir vergüenza, incomodidad o estigma debido a su falta de limpieza, especialmente en situaciones en las cuales hombres y mujeres viven juntos.
Puede que las mujeres no se sientan tan cómodas o tan bien acerca de sí mismas si no se sienten limpias, lo cual se puede manifestar en problemas de la salud mental.
“Pienso que esto está relacionado a un aspecto subyacente de la salud mental”, dijo la Sra. Price. “Es importante establecer tu propio tipo de plan higiénico personal para ocasiones en las cuales no estarás en casa”.