Dirt, Dust and Dehydration UTIs in the Military
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Tierra, polvo y deshidratación: UTI [Infecciones urinarias] en la vida militar

Las mujeres y personas con biología femenina en las fuerzas armadas deberían estar empoderadas para tratar de obtener ayuda

Durante los ejercicios de campo en el U.S. Army’s National Training Center [Centro de entrenamiento nacional del ejército de EE.UU.] en los desiertos de Fort Irwin, California, y mientras participaba en despliegues militares para ejercicios médicos, la Mayor Melody Nolan se encontró en situaciones en las cuales no había un baño que pudiese usar o los baños que estaban disponibles eran antihigiénicos. 

Algunos lugares requerían que la Mayor Nolan y otros soldados fueran al baño solo si su compañero de batalla podía acompañarlos, incluso durante la noche. 

“A menudo planificaba la forma en que tomaba agua para limitar mis viajes al baño y tratar de evitar levantarme frecuentemente durante la noche”, dijo la Mayor Nolan. 

No era la única que hacía eso. Un estudio publicado en Military Medicine descubrió que el acceso limitado a baños causó que mujeres de las fuerzas armadas restrinjan sus bebidas y evitaban orinar durante despliegues militares. 

No beber suficientes líquidos y aguantar las ganas de orinar durante períodos largos de tiempo eran medidas necesarias en algunos casos, pero esos comportamientos también eran causas comunes de infecciones urinarias (UTI, por sus siglas en inglés). 

Las condiciones de despliegues militares crean riesgos de UTI 

Una UTI es una infección que afecta cualquier parte del sistema urinario, incluyendo los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Según Mayo Clinic, la mayoría de infecciones ocurren en las vías urinarias inferiores, es decir, la vejiga y la uretra. En casos graves, UTI no tratadas pueden causar infecciones renales e infecciones complejas de la vejiga. 

Las mujeres y personas con biología femenina generalmente tienen más posibilidades de desarrollar UTI que los hombres y si son militares, particularmente si operan en un entorno difícil, el riesgo es aún mayor debido a sus condiciones laborales. 

El Armed Forces Health Surveillance Center [Centro de control de la salud de las fuerzas armadas] monitoreó a tropas de servicio activo desde 2000 a 2013 y descubrió que el 30.4% de las mujeres tuvieron al menos un diagnóstico de UTI durante ese periodo de 14 años, mientras que solamente el 3.5% de los hombres experimentaron una UTI. 

Las personas con biología femenina son más propensas a desarrollar UTI porque tienen uretras más cortas, lo que permite que las bacterias alcancen la vejiga más fácilmente. 

Muchos estudios médicos y el ejército atribuyeron estos índices de infección a una falta de privacidad durante los despliegues militares o ejercicios de campo, así como a una falta de instalaciones para la higiene personal, lo cual incluye duchas, estaciones para lavarse las manos, servicios de lavandería e inodoros. Si existen inodoros, podrían no tener un fácil acceso o podrían ser antihigiénicos. 

Además, existe la dificultad adicional del calor, la arena, la tierra y el polvo en muchas áreas de despliegues militares que hace que sea casi imposible que las tropas mantengan una buena higiene. 

En qué forma las mujeres y personas con biología femenina de las fuerzas armadas pueden evitar infecciones 

Estudios han descubierto que UTI adquiridas durante despliegues militares pueden ser una carga para el sistema médico militar y tienen un efecto negativo en la disponibilidad militar. 

Condiciones ginecológicas no tratadas fueron la razón número uno de cada 20 evacuaciones médicas de centros de operaciones militares desde 2008 a 2013 según un estudio de la Association of Military Surgeons of the United States [Asociación de cirujanos militares de Estados Unidos]. 

Y el estudio de Military Medicine que se mencionó anteriormente indicó que problemas ginecológicos, incluyendo UTI, pueden afectar negativamente la salud de miembros de las fuerzas armadas, lo cual afecta a la unidad y a la misión general. 

La Mayor Nolan, una ginecóloga del ejército, ahora aconseja a otros miembros del servicio militar sobre lo que pueden hacer para evitar UTI y otras infecciones. 

“Educar a mujeres militares sobre las señales y síntomas de UTI es increíblemente importante y puede ser útil para reducir infecciones complejas al empoderarlas para que sepan cuándo pedir ayuda”, dijo. 

Para evitar infecciones, la Mayor Nolan sugiere que las mujeres y personas con biología femenina laven sus manos antes y después de usar el inodoro y de cambiar cualquier producto relacionado con períodos menstruales. Cuando sea posible, deberían evitar aguantar las ganas de orinar y vaciar sus vejigas en cuanto tengan ganas. También deberían beber muchos líquidos, preferiblemente agua, para eliminar las bacterias. 

Para situaciones en las cuales estas prácticas no son posibles, la Mayor Nolan recomienda usar desinfectante para manos o paños húmedos sin esencia para reducir el riesgo de infección durante despliegues militares o ejercicios de campo. Usar ropa interior de algodón, que sea transpirable y absorbente, también puede ser útil para prevenir infecciones, dijo. 

No dudes en obtener atención

Es importante saber qué síntomas monitorear. Las señales de una UTI incluyen ardor y dolor al orinar; muchas ganas de orinar que no se alivian; o dolor pélvico, especialmente alrededor de la zona del hueso púbico. Las personas que experimentan una UTI podrían tener orina que se ve turbia, que tiene un fuerte olor o que tiene un matiz rojo o rosado debido a la presencia de sangre. 

La Mayor Nolan piensa que las mujeres o personas con biología femenina de las fuerzas armadas que tienen síntomas comúnmente no tienen problemas para reportarlos cuando están en un cuartel y tienen acceso a sus proveedores de servicios médicos. Sin embargo, cuando están en el campo o cuando no se encuentran cerca de un proveedor de servicios médicos de confianza, podrían tener dudas para mencionarlo. 

“Creo que existen [dudas] en el campo o si no se encuentran cerca de un proveedor médico con experiencia cuando participan en despliegues militares en situaciones de combate o en entornos difíciles”, dijo la Mayor Nolan. “Puede ser embarazoso mencionarlo”. 

Embarazoso o no, es importante que cualquier persona que tenga estos síntomas trate de obtener tratamiento médico porque podría necesitar un medicamento bajo prescripción para asegurarse que la UTI no se convierta en algo más grave. 

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This resource was created with support from the Ready, Healthy & Able program funders.

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