Melissa Gillett LeDuc entrenaba para participar en una carrera mientras estaba en un despliegue militar en Bagdad, Irak, con la fuerza aérea en 2010. Su entrenamiento, para una maratón en la que esperaba competir una vez que regrese a casa, incluía correr cerca del perímetro de la base. Sin embargo, no solo había una cerca en la periferia de las instalaciones, también había una fosa de quema.
Aunque el olor era preocupante, lo cual LeDuc sabía que probablemente no era saludable, nunca pensó que las fuerzas armadas harían algo que perjudique gravemente la salud de sus miembros.
“Me consideraba un poco invencible en ese entonces, pensé que no me afectaría y que si lo hacía, sería muy en el futuro y yo estaría bien”, dijo.
Cuando LeDuc regresó a casa, no solo que su duro entrenamiento no estaba rindiendo frutos cuando corría, sino que estaba en peor estado físico que cuando comenzó su entrenamiento.
“Empecé a reprobar mis pruebas de aptitud física en la fuerza aérea, lo cual no es divertido”, dijo. “Si repruebas muchas veces, no podrás trabajar más en las fuerzas armadas. No comprendí que eso era lo que estaba pasando. Simplemente no podía correr ni podía recibir suficiente oxígeno”.
Se usaron pozos de quema en Afganistán, Irak y en otras instalaciones en el exterior para desechar montos masivos de desperdicios. Las cosas que se quemaron, tales como químicos, fibras, plásticos y caucho, frecuentemente producen humos tóxicos peligrosos, los cuales, cuando se inhalan, pueden perjudicar a cualquier persona que respire ese aire.
Según la VA, casi 4 millones de miembros de las fuerzas armadas tuvieron exposición a toxinas ambientales de estos pozos de quema. Sin embargo, tomó años para que se reconozcan las preocupaciones médicas relacionadas con los pozos de quema. Pero los veteranos no solo tuvieron exposición a toxinas después del ataque del 11 de septiembre. El agente naranja, un químico de guerra herbicida que las fuerzas armadas usaban durante la guerra de Vietnam, también se ha asociado a varios trastornos y cánceres de veteranos de guerra.
Hasta agosto de 2023, se examinaron a más de 4 millones de veteranos de guerra para detectar exposiciones tóxicas y se identificó que aproximadamente el 43% de ellos tenían al menos una exposición potencial. Hasta junio de 2023, se presentaron casi 300,000 reclamos de veteranos de guerra.
LeDuc cree que ella es una de los afortunados que presentaron un reclamo en forma temprana. A pesar de tener muchos problemas de salud, tiene seguro médico y puede monitorear los problemas a medida que se presentan, explicó.
Una atención proactiva es lo que realmente es útil para ella.
“Fui a la VA porque una amiga trabaja ahí”, dijo LeDuc. “Ella me obligó a notar que yo tenía problemas. Pensé que simplemente no lo necesitaba porque supongo que no veía realmente la conexión”.
Durante años, veteranos de guerra que trabajaron con LeDuc han estado experimentando varios cánceres, trastornos pulmonares y problemas nasales. Muchos presentaron reclamos con la VA, pero fueron rechazados por falta de evidencia de que los trastornos tengan conexión con el servicio militar y menos con una exposición tóxica proveniente de pozos de quema.
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Military Times reportó que parte del problema es que el departamento de defensa no registraba lo que se quemaba. Consecuentemente, probar que trastornos médicos se asocian a exposiciones y no a otros factores ambientales o genéticos era difícil.
Sin embargo, las cosas realmente cambiaron cuando se aprobó la ley Promise to Address Comprehensive Toxics [Promesa de abordar tóxicos nocivos] o “PACT”.
“La ley PACT incrementa los beneficios y atención médica de la VA para veteranos de guerra con exposición a pozos de quema, al agente naranja y a otras sustancias tóxicas”, según una declaración de la VA. “Esta ley será útil para que proporcionemos a generaciones de veteranos de guerra y a sus familias la atención y beneficios que ganaron y que merecen”.
Ahora hay más de 20 enfermedades en la lista de trastornos presuntos reconocidos en la ley PACT en lo que se refiere a exposición tóxica, 12 de las cuales son algún tipo de cáncer.
Según Patricia Hastings, M.D., consultora principal de exposiciones militares con afecciones médicas de la VA, las mujeres son la población con mayor crecimiento entre los miembros de la VA en lo que se refiere a tratamientos. Y la atención preventiva y las pruebas son muy importantes para mujeres militares que piensan que han experimentado alguna exposición ambiental tóxica. Todo esto es particularmente importante para detectar y tratar el cáncer.
LeDuc es una de esas veteranas de guerra que tuvo un buen susto y que se sometió a pruebas. Aunque actualmente no tiene cáncer, los doctores de la VA seguirán monitoreando su situación.
Aproximadamente el 3% de diagnósticos de cánceres invasivos de EE.UU. se proporcionan a veteranos de guerra en clínicas de la VA cada año, pero los pacientes de la VA solo representan el 1.9% de la población de EE.UU.
“Ofrecemos una prueba de exposición tóxica y esto se documenta en tu expediente médico y sirve para propiciar una conversación con tu proveedor de atención médica”. “Pienso que eso es lo más importante, que tú, en tu calidad de mujer, y tu proveedor de atención médica conversen acerca de tu exposición”.
Es el primer paso para el tratamiento y para obtener beneficios. También hay un registro de pozos de quema.
Los veteranos de guerra que se inscriben en el registro de riesgos atmosféricos y pozos de quema al aire libre de la VA, establecido en 2014, ayudan a los profesionales médicos a entender los peligros de la exposición a toxinas ambientales, tales como pozos de quema o el agente naranja, durante el servicio militar.
Al inscribirte en el registro, podrías proporcionar información que será útil para que la VA proporcione una mejor atención a todos los veteranos de guerra, indica la VA.
También hay información específica para veteranas de guerra o para personas que tuvieron asignación femenina cuando nacieron.
“Todos los centros médicos de la VA tienen un administrador del programa de veteranas y la única función de esa persona es, además de asegurarse de que se mantenga una buena comunicación con las veteranas, que se resuelva cualquier problema que se haya encontrado relacionado con la recepción de la atención médica, todo desde el suministro de una prueba de exposición tóxica hasta la facilitación de consultas médicas”, según Lourdes Tiglao, directora del centro de la VA para veteranas de guerra.
Hastings indicó que el centro para la salud de la mujer se aseguró de que estén disponibles capacitaciones para personas que cuidan a veteranas de guerra. “Todo desde la atención física a la emocional y también en lo que se refiere a temas relacionados con exposiciones ambientales de las fuerzas armadas”.
Las evaluaciones de rutina son vitales para mujeres militares que les preocupe la exposición a toxinas ambientales. Los síntomas de cada enfermedad pueden variar ampliamente, así que la lista de trastornos es un buen lugar para empezar. Además, vale la pena hacer que tu proveedor médico evalúe cualquier cambio de salud o síntoma nuevo.
“No tiene nada de malo tener evaluaciones anuales”, dijo Tiglao.
Por ahora, se están realizando investigaciones y se desarrollan tratamientos en forma continua.
Recursos
Registro de pozos de quema de Burn Pits 360
La ley PACT y tus beneficios de la VA
Registro de riesgos atmosféricos y pozos de quema al aire libre de la VA
Centro de la VA para veteranas de guerra (CWW, por sus siglas en inglés)
La presencia de información visual del departamento de defensa (DoD, por sus siglas en inglés) de EE.UU. no implica ni significa un patrocinio del DoD.
Este recurso educativo se preparó con el apoyo de AstraZeneca.